Hace algunos años, la llegada de los smartphones generó una profunda preocupación en el ámbito educativo. Los teléfonos en general, eran considerados como meras distracciones en el proceso de aprendizaje del alumno por las redes sociales, juegos móviles, WhatsApp y mucho más. De hecho, en Argentina y muchos países más, se llegó a prohibir su uso en las aulas.
Sin embargo, con el paso de los años, la utilización del celular ha ido evolucionando hasta llegar a convertirse en una herramienta educativa muy útil, pedagógicamente hablando, tanto para el alumno, como para el enseñante. De hecho, la incorporación de los Smartphones fue enmarcado en la integración de las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) en el ámbito educativo. Sin embargo, esa transición se fue viviendo de diferentes maneras dependiendo de la institución educativa, de los alumnos y del interés del profesor. Además, la llegada de la pandemia hizo más que evidente que el uso de tecnología, ya no es un capricho, sino una necesidad para un aprendizaje integral.
El primer beneficio es el internet. No todas las academias o institutos cuentan con acceso a internet o un servicio de internet que pueda satisfacer la demanda de muchos alumnos. Un Smartphone, no necesita de Wi-Fi para poder acceder a internet. Desde el lugar en donde se encuentre el alumno, este podrá acceder a los documentos enviados por el maestro, leer el diario o noticias, consultar y participar en actividades virtuales, aprender a buscar, usar el diccionario, crear, editar y publicar contenido de texto, audio, imagen, entre otras cosas.
Con la popularización de los QR (Quick Response), muchos docentes están utilizando esta idea para realizar evaluaciones o cuestionarios en el momento, acceder a grupos en Facebook, compartir videos, entre otras cosas. El alumno sólo deberá usar su cámara de fotos y enfocar sobre el QR. De esta forma, se pueden compartir links mucho más fácilmente.
Otra utilización de los smartphones tiene que ver con la organización del alumno. Existen Apps diseñadas para registro diario de actividades, planificar los tiempos y metodologías de estudios, utilización de los calendarios y mucho más. De esta forma, el estudiante podrá encontrar una herramienta para mejorar su forma de estudio y por lo tanto, incrementará su rendimiento académico.
Por último, tanto en Play Store como App Store, existen multitud de aplicaciones con fines educativos, las cuales le permitirán al alumno utilizar calculadoras científicas, escuchar audiolibros, ver documentales sobre hechos históricos, entre otras funciones.
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